El escritor David Uclés (Úbeda, Jaén, 1990) recuerda el duro camino de su obra ‘La península de las casas vacías’, a pocas horas de conocer si recibirá el Premio de Novela de la VI Bienal Vargas Llosa, dotado con 100.000 euros, y asegura que sabía que con ella sería «famoso o fracasado».

Fotografía: El escritor David Uclés en Cáceres, donde participó en la VI Bienal de Novela Vargas Llosa / EFE – Eduardo Villanueva
Independientemente del fallo del jurado ha quedado patente que es una de las estrellas literarias del evento, celebrado en Extremadura y que este sábado concluye en Cáceres con el fallo y la entrega del premio.
“Yo se lo dije a mis amigos mientras escribía esta obra, que he tardado 15 años en alumbrar: yo voy a ser una ‘f’, famoso o fracasado, porque voy a escribir esta novela hasta que se pueda publicar y, si no se publica, moriré intentándolo”.
UN VIAJE DE 25.000 KILÓMETROS
En entrevista concedida a la Agencia EFE tras la firma de libros en Cáceres, Uclés reflexiona sobre el duro proceso de creación de esta obra desde que se embarcó un año entero viajando por toda la península para investigar todo lo relacionado con la Guerra Civil Española: “Viajaba a ratos solo y también con mi mejor amiga, que tiene una furgoneta y dormíamos en ella”.
Durante ese proceso de investigación, más allá de los viajes, Uclés se zambulle en textos y películas sobre la Guerra Civil, “no veía otra cosa, no leía otra cosa”.
A los “ocho años de que empecé la novela, cuando tenía casi unas 800 páginas, me di cuenta de que esa historia transcurre durante los años 30, pero que no hablo casi nada de la Guerra Civil, porque no me la han contado en clase, ni en mi familia”. Y es ahí donde se sumerge durante largo tiempo en la investigación.
De hecho, “viajé 25.000 kilómetros por toda la península para ponerle rostro a los lugares donde sucedieron las atrocidades de la guerra. Con el espíritu de narrar todo lo que sucedió; como un fotógrafo”.
‘LA FIESTA DEL CHIVO’
Y en eso, señala Uclés, tenía como ejemplo a Mario Vargas Llosa con su obra ‘La fiesta del Chivo’.
“Para mí fue una epifanía cuando la leí”, asegura el escritor jienense, porque en esa novela “Vargas Llosa hace un ejercicio de intentar narrar la herida reciente de un país que no es el suyo”.
Vargas Llosa «lo hizo de una manera impecable”, lo que supuso para él como «una palmadita en la espalda, ya que no me la daban los editores y demás, porque no me hacían caso”, ironiza el autor, que cuenta que llamó numerosas veces a las puertas de la editorial Planeta sin éxito.
“Es como si Mario me hubiera dicho: ánimo, chaval, porque se puede hacer; se puede mezclar lo más ficticio y fantástico con datos muy históricos, y se puede narrar algo aunque no hayas vivido».
Ahí es cuando empieza a investigar la guerra. «Dedico prácticamente desde mis 25 hasta los 33 solo a leer y ver material sobre la Guerra Civil”.
LA OBRA TOTAL
Uclés cuenta cómo fue a su librero, en Madrid, y le dijo: «dame una novela que me cuente toda la Guerra Civil, a grosso modo, para tener una idea general de lo que ocurrió; y me soltó que no existía, que había muchos ensayos y que es el tema sobre el que más se ha escrito en el mundo después de la Segunda Guerra Mundial”.
Así pues, el autor se dijo: “Pues voy a hacerlo yo”.
Uclés no esconde su “ambición” a la hora de acometer un libro total que “contara toda la guerra. Y, a veces, toda una guerra se puede contar de dos maneras: con todos los datos, como en mi caso, o con una metáfora liviana”.
En este sentido, apela a la película de José Luis Cuerda ‘La lengua de las mariposas’ como metáfora perfecta de lo que supuso el conflicto.
Uclés se muestra satisfecho con que se vaya a hacer una serie con su novela.
“Puedo hablar de lo que conozco y esta guerra es imposible contarla en una película. Era una línea roja; les dije que o era serie o no lo veía”.
EL REALISMO MÁGICO
El autor narra cómo empezó a leer ‘Cien años de soledad’ y “a las 20 páginas pausé la lectura porque quería hacer algo parecido; quería hacer un Macondo íbero y no quería que me contaminara positivamente”.
Precisamente Netflix ha hecho una serie sobre la obra de Gabriel García Márquez y que entronca con la novela de Uclés y el realismo mágico que imprime a su obra.
A partir de ahí, tiró de la intrahistoria familiar y las historias que le contaba su abuelo para arrancar ese profuso proceso de investigación
LAS EDITORIALES Y LA FAMILIA
En cuanto a su periplo con las editoriales, recuerda que fue “frustrante”. “Cada año y medio lo registraba y lo enviaba a la editorial y normalmente no te respondían. Y si te respondían era muy vago; parecía que no se había leído el libro”.
Esto provocó que Uclés se plantease en algún momento tirar la toalla, aunque nunca perdió la esperanza.
Durante los cuatro años de escritura en Santiago de Compostela, “hablé con un catedrático y le dije, ‘méteme en tu grupo de investigación, que voy a hacer una tesis con este material’». Uclés pensó que era la única salida.
“No había cotizado nada; solo estaba escribiendo y ahí tuve un momento más flojo», pero decidió resistir, lo que le generó algún conflicto con su familia.
“Era un tema del que no se hablaba con mis padres; si se hablaba, eran las mismas serenatas de siempre. Tienes que cotizar, se te da bien estudiar, qué estás haciendo con tu vida…”, y señala su problema de arritmias, que le llevará en breve quirófano.
FUENTE – AGRADECIMIENTO
Agencia EFE
Nota Original – Eduardo Villanueva

Equipo Escritores Rebeldes
